

El manganeso mantiene en buen estado los huesos, y es necesario para el tejido conectivo, coagulación de la sangre, el metabolismo, la regulación de azúcar en la sangre y mantener la función saludable del cerebro.
La remolacha contiene un pigmento llamado betalaína, que inhibe la oxidación de LDL, y lucha contra la enfermedad cardiovascular; además de contener gran cantidad de fibra, que ayuda a combatir las enfermedades cardíacas, la enfermedad diverticular y la diabetes tipo 2.
Los antioxidantes que posee el jugo de remolacha, son capaces de combatir los radicales libres que dañan las células y puede contribuir a prevenir el cáncer y las enfermedades del corazón.
El consumo moderado de jugo de remolacha beneficia a las personas con anemia por deficiencia de hierro y a quienes padecen enfermedades inflamatorias del intestino.
Beber jugo de remolacha, apoya y mejora la función hepática, mediante el adelgazamiento de la bilis, lo que permite que fluya más fácilmente a través del hígado y el intestino delgado, el aumento del flujo de bilis puede ayudar a prevenir los cálculos biliares.


Entre los beneficios de la remolacha está que al consumirla aumenta la producción de glutatión, que ayuda al cuerpo a desintoxicarse, debido al acúmulo de toxinas, que son llevadas al colon, donde son evacuados. También mejora la composición de la sangre al estimular la producción de células rojas de la misma, disuelve los cálculos renales y reduce la presión arterial.
El consumo excesivo de jugo de remolacha, requiere especial atención por parte de los pacientes que padecen hemocromatosis, una enfermedad genética que causa el exceso de acumulación de hierro en el cuerpo, ya que puede conducir a padecer daños en el hígado y el páncreas.