Puede tratarse de dificultad para mover el cuello (rigidez), entumecimiento u hormigueo, que se extiende hacia las extremidades superiores. El problema es que está presionando los nervios de la zona; aunque hay que decir que las molestias cervicales también pueden proceder de zonas cercanas al cuello, como la cabeza, la mandíbula o los hombros.

Las causas más comunes son pasar demasiadas horas delante del ordenador, una postura incorrecta al escribir o dormir en una posición incómoda. Las actividades cotidianas suelen ser la mayorís de las veces, las responsables del dolor cervical común, debido a una tensión muscular y suele aliviarse con analgésicos, como ibuprofeno o paracetamol y remedios locales como aplicar frío o masajes y prevenir con ejercicios cervicales.
Cuando sufras un dolor cervical puedes hacer lo siguiente:
- Aplícate hielo en la zona dolorida, especialmente cuando se siente rigidez, ayuda a bajar la inflamación y relajar la zona.
- Después de que el hielo haya reducido cualquier inflamación presente, el calor será un buen calmante, por lo que puedes aplicarte una manta eléctrica o, si no la tienes, una ducha de agua caliente sobre la zona.
- Es conveniente que uses una fricción que te dé calor, como un ungüento o crema calmante.
- Puedes tomar aspirina o ibuprofeno, que te ayudarán a reducir el dolor y la inflamación, dos o tres veces al día tres veces al día.
- Siempre que te sientes, házlo en una silla firme, que te proporcione un buen soporte para tu espalda y cuello y usa una toalla o almohada, que puedes colocar en la base de tu espalda, que alineará mejor tu columna.
- Tómate un descanso, para que tu columna pueda relajarse, especialmente si pasas mucho tiempo sentado. Da un pequeño paseo, que ayudará a estabilizar tu columna.
Imagen de: WalkerSister/flickr
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