

Por todos son conocidos los problemas derivados del consumo de drogas. Estas sustancias son perjudiciales para nuestro organismo, que nos dañan poco a poco con su consumo. Hoy, desde nuestro blog de salud nos hemos preocupado por los riesgos del cannabis, una droga que por desgracia, es de las más consumidas en España y en el mundo.
Y sí, digo por desgracia porque consumir drogas se ha convertido, en ciertas sociedades, en una práctica habitual. Evidentemente, no hay que confundirlo con el uso terapéutico del cannabis, que yo no discuto que sea eficaz, de hecho, hay estudios que demuestran que aplicar cannabis a algunas enfermedades puede ayudar o mejorar el tratamiento. Lo que sí digo es que el consumo sin control, así como por pura diversión, es lo que daña el organismo. Esto es lo que hay que cuidar. Del cannabis se elaboran el hachís y la marihuana, dos de las drogas más consumidas en España. El consumo habitual del cannabis puede provocar graves daños tanto orgánicos como psicológicos, entre los que se encuentran enfermedades como la bronquitis crónica o el cáncer de pulmón, también puede provocar taquicardias, favorecer la aparición de depresión o incluso de brotes psicóticos. El consumo de cannabis afecta a la concentración para estudiar, disminuye la capacidad de atención y memorización, puede generar ansiedad y el peor efecto del cannabis puede ser cuando se combina con alcohol, lo que supone una verdadera bomba para el organismo. El consumo a largo plazo puede provocar dependencia de la sustancia o trastornos emocionales. Además de todo lo mencionado, es posible que cuando el consumo de cannabis se convierte en una práctica habitual, se produzcan efectos más graves todavía, con lo que los riesgos del cannabis se hacen más patentes. Entre estos síntomas podemos encontrarnos la irritabilidad, agresividad, inquietud, nerviosismo, dificultad para dormir, apatía por hacer actividades alternativas, se busca el consumo en todo momento, posible aislamiento social o incluso una fuerte dependencia, ya mencionada antes. Hay un último apunte que me gustaría hacer: cuanto más alto y más frecuente es el consumo, más riesgo hay de padecer algún trastorno mental de los comentados o algún síntoma de los mencionados. Lo mejor, lo de siempre: prevenir es curar.
De acuerdo con la bronquitis. Lo del cáncer, sin embargo, no lo ha probado nadie y, dados los muchos esfuerzos desplegados, no parece que se vaya a probar en un futuro próximo.
Gracias por el comentario ddaa.
Sea como fuere, la relación cannabis-tábaco-cáncer es delicada.
Soy consumidor de la marihuana y no se cómo dejar esta atadura que me atormenta cuando no la consumo mi comportamiento es distinto y me vuelvo agresivo con los que me rodea.