Cómo afrontar la depresión de otoño

30 septiembre 2008 | Por ana.belen

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La depresión de otoño quizás es menos conocida que la astenia primaveral, pero lo cierto es que los cambios de estación afectan a  nuestro organismo aunque algunas personas lo acusen más que otras. Según los estudios médicos, un 30% de la población puede sufrir depresión otoñal y, ¿quienes lo padecen más?: las mujeres de 25 a 45 años. La verdad es que en la depresión de otoño influyen muchas cosas, pero sobre todo se nota en el cambio del ritmo de vida y en la temperatura. Llegan las lluvias, y con los primeros fríos dejamos de salir tanto a la calle para quedarnos más en casa. Los días se van acortando y reducimos el contacto personal con amigos y familia a los fines de semana. Vuelta al trabajo, a los estudios, a las rutinas. Los síntomas más frecuentes son la pérdida de energía. Se nos quitan las ganas de todo, estamos un poco tristones y nostálgicos y sólo nos apetece quedarnos en el sofá. La buena noticia es que esto es pasajero. A medida que nuestro organismo se vaya aclimatando al nuevo ambiente volveremos a nuestro habitual quehacer recuperaremos progresivamente nuestra energía. Lo único que tenemos que hacer es controlarnos un poco y tener paciencia porque ya sabemos que pasará pronto. Lo malo es que mientras tanto nos da por comer compulsivamente, picar entre horas, ingerir calorías para compesar el cambio de clima. O todo lo contrario, se nos quita el hambre y eso ayuda a que estemos débiles y desanimados. Solución: comer bien, poca cantidad, cada tres o cuatro horas, mucha verdura fresca y fruta, vitaminas, minerales como el hierro y frutos secos. Y si te planteas que sólo es una racha de tres o cuatro días, seguro que te animas antes de lo que crees.

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Un comentario en «Cómo afrontar la depresión de otoño»

  1. DIARIO MEDICO Miércoles, 23 de enero de 2008

    Luminoterapia, nada mejor para superar los cambios en el fotoperiodo

    El tratamiento con luz brillante «se ha mostrado eficaz y se recomienda como tratamiento de primera línea en el Trastorno Afectivo Estacional, con tasas de respuesta del 60 al 90 por ciento.

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