

Cuando se produce una herida considerable o una quemadura es importante saber qué apósitos son los más adecuados para colocar sobre ellas. El uso adecuado de cada apósito ayudará a mejorar las heridas y a mantenerlas protegidas frente a infecciones y otros agentes externos. En el caso de las quemaduras, estas son heridas muy dolorosas en la mayor parte de los casos (dependiendo del grado de la misma), sobre todo si están muy extendidas. Los apósitos para quemaduras son una solución ideal para proteger estas lesiones y ayudar a su pronta recuperación. Se trata de unos apósitos que están especialmente elaborados con materiales especiales y que llevan una formulación que permite reducir bastante el dolor de las quemaduras, lo que evita en muchos casos el uso de analgésicos para el dolor. Estos apósitos están preparados para adaptarse con facilidad a diferentes partes del cuerpo que se tengan que tratar, como pueden ser el cuello, la cara, articulaciones, etc. Están realizados con unos materiales que resultan fáciles de retirar cuando se saturan y ayudan a mejorar la cicatrización de las lesiones producidas por las quemaduras. Es importante también saber que el uso de este tipo de apósitos está especialmente indicado en las quemaduras de primer y segundo grado, que suelen ser las más dolorosas porque afectan a las capas más superficiales de la piel. En el caso de las quemaduras de tercer grado, al haberse destruido el tejido nervioso, no suele haber tanto dolor, por lo que su uso está recomendado cuando estas lesiones más profundas empiezan a mejorar.
Aceleran el proceso de curación
Los apósitos para quemaduras están realizados con componentes que minimizan el daño producido por las mismas y aceleran el proceso curativo, puesto que disminuyen el edema, la inflamación y el dolor. Además, estos apósitos no se pegan a la herida, por lo que son mucho más fáciles de retirar y no duelen ni molestan en la piel dañada ni en la circundante. Una de las características de las heridas provocadas por quemaduras es que dejan la piel totalmente vulnerable a las infecciones de tipo bacteriano. Es por ello que este tipo de apósitos especialmente indicados para curar quemaduras aportan en su formulación nanopartículas de plata, una de las soluciones más eficientes para evitar infecciones microbianas. La plata es conocida por su capacidad de retener microorganismos dañinos como bacterias, hongos, virus y protozoos. De esta forma, además de ayudar a la cicatrización de la herida producida por quemaduras, los apósitos ayudarán también a que estas lesiones tan delicadas no se infecten.
Proteger a la vez que se sana
La solución ideal para la curación de heridas por quemaduras, úlceras o lesiones profundas en la piel pasa por la utilización de estos apósitos especiales, puesto que al colocarlos sobre la lesión cutánea estos conforman el lecho de la herida y la humedad propia de esta hace que se activen los componentes del apósito. A la vez, el apósito va limpiando de manera continuada el lecho de la herida, impidiendo la proliferación de microorganismos causantes de infecciones y permitiendo que se vayan desprendiendo el tejido necrótico. Absorbe el exceso de exudado acelerando así el proceso de curación. Por otra parte, gracias a su formulación estos apósitos atraen nutrientes del cuerpo al lecho de la herida, ya que absorben su parte líquida y aceleran así la curación de la lesión. Están especialmente indicados para el tratamiento de quemaduras, úlceras, heridas quirúrgicas, injertos de piel, epidermólisis ampollosa, cirugía plástica, así como heridas en los dedos de manos o pies.