El ajo es uno de los elementos más usados en la cocina, debido a su fuerte olor y sabor es un condimento indispensable en múltiples rectas y se ha usado desde la antigüedad en la mayoría de culturas. Y no sólo por sus características culinarias, también por sus propiedades medicinales.
En el mundo antiguo (Grecia, Roma, Egipto…) pensaban que el ajo tenía propiedades vigorizantes para aquél que lo consumía, después en la Edad Media ya empezaron a usarlo para aprovechar sus propiedades antisépticas e incluso en tiempos tan modernos como en la primera Guerra Mundial se usó para limpiar y curar las heridas y como tratamiento de la diarrea producida por las durísimas condiciones de vida de los combatientes.
En cuanto a sus principales propiedades nutricionales tenemos:
Todas estas propiedades hace que los beneficios del ajo para la salud sean numerosos, entre los principales están;
Según varios estudios médicos, el ajo favorece la circulación sanguínea, parece que debido a la vitamina B6 su consumo reduce los niveles de homocisteína que es la sustancia responsable de endurecer los vasos sanguíneos y hacer que la sangre esté más espesa y haya riesgo de que se produzcan coágulos y trombos
Por tanto, al actuar como anticoagulante su consumo habitual reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón
Se estima que el consumo diario de ajos puede llegar a reducir el colesterol hasta un 9% esto es debido sobre todo a que contiene una sustancia llamada alicina que tiene buenas propiedades en este sentido. De hecho la Fundación Española para el Corazón recomienda el consumo diario de ajo
Al tener esta capacidad de dilatar los vasos sanguíneos, también reduce un poco la presión arterial, por lo que está indicado su consumo en aquellas personas que sean hipertensas.
Ya hemos comentado que fue utilizado en la Primera Guerra Mundial para limpiar heridas, por su efecto antibiótico, su consumo diario ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, favorece la cicatrización de heridas e incluso puede ayudar a curar infecciones leves.
Debido a sus propiedades desinfectantes y espectorantes, estamos ante un buen descongestionante natural, por lo que viene bien para tratar problemas pulmonares y si tienes mucha tos o sinusitis puedes tomar vapores de ajo para aliviarlos.
Debido a sus propiedades antioxidantes, el consumo regular de ajo te ayudará a que tu piel luzca más tersa y joven. Ademñas ayuda a regenerar la piel y es bueno para combatir el acné.
Hay algunos estudios que parecen indicar que su consumo produce serotonina una sustancia muy importante para combatir tanto el estrés como la depresión.
Para disfrutar de todos estos beneficios del ajo, basta con consumir un diente de ajo diario, preferentemente al natural. Sólo tienes que vigilar que no te produzca indigestión u otros problemas digestivos, en cuyo caso deberías consultar con tu médico.
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