
Situaciones como el cansancio o la fatiga crónica pueden ser claras evidencias de la falta de esta coenzima.
Su deficiencia puede deberse a reiteradas situaciones de estrés, la edad, ya hemos dicho que nuestro organismo va reduciendo la cantidad de coenzima Q10 que produce, o también por padecimiento de enfermedades crónicas.
Entre las propiedades que se le adjudican están:
- Poderoso antioxidante. Incluso es considerado aún mayor que el proporcionado por la vitamina E.
- Tiene propiedades antienvejecimiento.
- Ayuda en el tratamiento de afecciones cardiacas, Parkinson o problemas de encías.
- Fortalece el sistema inmunitario.
- Es un gran energizante. Idóneo para aumentar la actividad física y disminuir la fatiga.
- Es coadyudante en dietas y en los dolores relacionados con la esclerosis múltiple y la distrofia muscular.
De forma natural podemos encontrarla en las coles de bruselas, en el hígado, el salmón, la sardina, la caballa o el atún. También puedes econtrarla en el aceite de soja.
Los efectos beneficiosos de la coenzima Q10 no aparecen de inmediato.
Algunas personas pueden notar mejoría en dos semanas y otras tardar meses. Los resultados son más evidentes cuanto mayor sea nuestro déficit de este nutriente.
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