Con esta denominación se está haciendo referencia a una enfermedad que afecta sobremanera a nuestro campo de visión, dañando la retina mácula, principal responsable de la salud de nuestros ojos y de que podamos contemplar lo que nos rodea con claridad.
Una de las formas más sencillas para determinar cuál es el estado de tu visión es a través de la prueba de autoevaluación de Amsler, útil para estudiar la retina y detectar las posibles complicaciones que la acechan y que puedes solicitar de forma gratuita.
Para ello, únicamente tienes que acudir a su rincón digital y rellenar una serie de datos personales obligatorios como perfil( identificarte como paciente, cuidador, óptico o farmacéutico), tu dirección de correo electrónico, sexo, edad y provincia. Una vez efectuados estos sencillos pasos, únicamente tienes que pinchar en Enviar y recibirás de forma automática en tu e-mail los resultados de la prueba.
Gracias a este método tan sencillo y revolucionario, podrás saber en qué situación se encuentra tu salud ocular y actuar en consecuencia para evitar un mal mayor.
El simple y mero hecho de contemplar la belleza que se esconde detrás de cada rincón y de cualquier pequeña cosa que nos rodea supone un goze para nuestro espíritu. Esto último es algo que no se valora lo suficiente hasta que la persona no sufre alguna que otra complicación en su visión que le impida observar con claridad lo que sucede en su entorno.
La DMAE es una de esos males, cuyos efectos se dejan sentir en la sociedad española entre los pacientes mayores de 65 años, en torno a un porcentaje situado en el 13%.
A pesar de que la enfermedad puede cebarse sobre la población más anciana, lo cierto es que también se conocen casos de personas de mediana edad que ya han sufrido las cosecuencias de esta enfermedad.
Los desencadenantes de la enfermedad son muy diversos:
-Uno de los principales factores de riesgo es la edad, ya que a medida que somos más mayores, los daños van en aumento. Además de la edad, los antecedentes familiares o herencia genética juegan también un papel fundamental en cuanto que potencian el desarrollo de la enfermedad.
-Otro punto importante es que parece afectar más a la mujer que al hombre en la amplia mayoría de los casos.
-El tabaco puede ser otro de los posibles responsables de la enfermedad.
-El sobrepeso puede contribuir a incrementar el avance de la degeneración macular, por ello siempre es conveniente controlar lo que comemos y el ejercicio que realizamos.
-También suele afectar más a la población de raza blanca, especialmente en las manifestaciones más graves en que se muestra la enfermedad.
-Finalmente se podrían destacar otras complicaciones o factores de riesgo como, por ejemplo, los hábitos alimenticios(ingerir productos ricos en grasas), enfermedades del corazón, tonalidad del iris, exposición al sol, la hipertensión arterial, etc.
De entre las diversas alternativas o caminos posibles para prevenir el desarrollo de la DMAE serían, por ejemplo, llevar una dieta equilibrida y evitar todos aquellos alimentos ricos en grasas saturadas, hacer uso de gafas de sol con protección ultravioleta para evitar los daños del astro, realizar analíticas con bastante frecuencia para controlar el nivel de colesterol y, por supuesto, realizar ejercicio físico y evitar, por encima de todo, el sedentarismo.
La DMAE puede ser de varios tipos:
-Húmeda: se caracteriza por la presencia de un punto ciego, también conocido como escotema, el cual va a ir afectando progresivamente al buen estado de nuestros ojos, de forma tal que se irá perdiendo visión progresivamente. No obstante, esta modalidad de la enfermedad es la menos frecuente.
-Seca: en este caso, la pérdida y demás complicaciones para ver con claridad evolucionan de una forma más pausada que la anterior, hasta el punto de que pueden pasar décadas hasta que se determina una pérdida total de visión. Es la más frecuente de las modalidades de DMAE.
Fuente Imágenes ThinkStock.
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