En casos como la epilepsia, contar con especialistas, como los que encuentras en el Centro Aura, un centro integral especializado en epilepsia que ofrece un diagnostico multidisciplinario, se hace imprescindible.
Además, no todas las convulsiones son iguales y no siempre corresponden a lo que esperamos ver. Incluso una misma persona con epilepsia puede tener distintos tipos de convulsiones, dificultando el reconocimiento de la situación por parte de las personas que se encuentran alrededor.
Tipos de convulsiones
Las convulsiones se pueden clasificar en dos grupos específicos según el área del cerebro que afecten. Así, existen las convulsiones generalizadas, que afectan ambos lados del cerebro, y las focales o parciales, que afectan apenas un área.
Los diferentes tipos de convulsiones se pueden observar de formas muy distintas. Desde episodios catatónicos a temblores y caídas, entre otros.
Suelen durar entre unos segundos a unos pocos minutos, dependiendo del tipo de convulsión. Durante este tiempo, es importante saber qué hacer en caso de convulsiones para ayudar a la persona con las acciones adecuadas y evitar problemas.
¿Qué hacer en caso de convulsiones?
Lo más importante es no entrar en pánico. Mantener la calma en todo el momento ayudará a tomar las decisiones más acertadas y ayudar a la persona que convulsiona de la mejor forma posible. La mayoría de las convulsiones duran muy poco tiempo y son inofensivas por lo que nos centraremos en asegurar la mayor seguridad posible. Sin embargo, si la duración excede los 5 minutos o la persona no recupera una vez terminada la convulsión es importante llamar una ambulancia y que sea evaluado por profesionales.
Con calma pero sin perder tiempo hay que valorar los peligros existentes para apartarlos o apartar la persona de ellos. Escaleras, objetos punzantes o ventanas abiertas pueden suponer un riesgo mayor que la convulsión.
Una vez tengamos el entorno seguro, podemos colocar la persona en la posición lateral de seguridad, o sea, de lado sobre una superficie suave y plana, con la cabeza inclinada hacia abajo y la barbilla hacia arriba. De este modo evitaremos que se ahogue con su saliva o que vomite.
Si la persona lleva ropa ajustada, lo ideal es aflojarla todo lo posible, Una corbata o un cinturón puede dificultar la respiración y es preferible aflojarlo o quitarlo si es posible hacerlo sin dificultad.
Hay algunos mitos que deben ser eliminados. Nunca se debe intentar detener una convulsión ni poner nada en la boca de la persona para evitar que se muerda. Poner una cuchara en la lengua de la persona podrá dañar su boca o sus dientes e incluso dificultarle la respiración.
Después de la convulsión, la persona puede encontrarse desorientada o confundida. En ese momento es importante mantener la calma y explicarle lo sucedido para que se mantenga cómoda y tranquila.