El gran engaño sobre el colesterol malo

No son pocos los mitos y falsas teorías que rodean el campo de la nutrición y la salud. Destaca entre todos ellos el conocido como el gran engaño del colesterol malo, considerado por muchos como un argumento sin fundamento, y por otros tantos como una verdad camuflada por intereses económicos y de otra naturaleza. En este artículo indagamos sobre esta compleja polémica.

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raquel sm
jueves, 14 septiembre, 2017

La versión oficial sobre el Colesterol malo o LDL

Como bien sabemos, los altos índices de colesterol malo están relacionados, según la versión oficial, con la aparición de problemas cardiovasculares. Esta teoría, hoy en día fuertemente asimilada por la sociedad actual y la comunidad científica, debe su existencia en gran parte al patólogo polaco Rudolf Virchow (1821-1902). Todo comenzó cuando decidió atribuir el engrosamiento de las arterias de las personas a las que realizaba autopsias a una acumulación de colesterol. Hubo otra figura clave que reforzó esta hipótesis durante el siglo XIX, la del fisiólogo estadounidense Ancel Keys (1904-2004). Posicionó las grasas saturadas como las culpables del incremento del colesterol, lo que obstruía las arterias. Destaca, en este sentido, el ambicioso estudio que puso en marcha en 1958, por el cual se analizaría la relación entre la alimentación, las tasas de colesterol y los casos de enfermedades cardiovasculares entre la población de siete países (Grecia, Yugoslavia, Italia, Países Bajos, Finlandia, EE UU y Japón). [izquierda]La industria agroalimentaria comenzó a promocionar alimentos que ayudaban a controlar el colesterol y a crear un potente negocio en torno a ellos.[/izquierda] No obstante, este estudio sería tachado de manipulación por otros profesionales, como el doctor Dominique Dupagne. Se dice que de los veintidós países que abarcaba la investigación, sólo fueron utilizados siete con el fin de demostrar su afirmación, sin la obtención de conclusiones realmente convincentes. Más tarde, Keys incorporaría en su teoría los descubrimientos del científico estadounidense John Gofman, a quien debemos la distinción entre el colesterol bueno (HDL) y el colesterol malo (LDL). Todo esto es sólo el comienzo de una larga controversia, pues a éstos seguirían otros muchos estudios de conclusiones variadas, repletos de información compleja y en muchas ocasiones, contradictoria. Se trata de una polémica que, décadas después, continúa alimentando debates tanto dentro de la comunidad médica como en los medios de comunicación.

¿El colesterol malo es tan dañino para la salud?

En los últimos años ha surgido una amplia multitud de estudios que refutan o desmienten la relación entre el colesterol malo y los problemas cardiovasculares. Como ejemplo encontramos la investigación llevada a cabo por la American Heart Journal en 2009. La misma recoge los resultados obtenidos por el Dr. Gregg C. Fonarow, que entre 2000 y 2006 realizó un seguimiento en 541 hospitales de hasta 231.986 ingresos por enfermedad cardiovascular. La mitad de estos pacientes presentaban un bajo índice de colesterol. Sin olvidar, asimismo, el macroestudio de 2012 de la Universidad de Ciencias Petursson en Noruega. El equipo científico investigó la evolución del estado de salud de 57.087 personas durante 10 años, cuyas conclusiones indican que un colesterol bajo aumenta la mortalidad y que no existe relación entre el colesterol y los problemas cardiovasculares. Estos expertos llegaron a afirmar, incluso, que el colesterol moderadamente alto es cardioprotector. Mucho más reciente es el documental Cholestérol, le grand bluff (Colesterol, el gran engaño), estrenado en 2016 dirigido por Anne Georget y coproducido por Arte GEIE & Quark Productions. Podemos verlo en este vídeo del canal de Youtube The Producer, emitido por el programa de TVE “La Noche Temática”. [embed]https://www.youtube.com/watch?v=Ayis6rJJ9CE[/embed] Dada toda esta información contradictoria, surgen inevitablemente varias preguntas: ¿realmente el colesterol es tan dañino para nuestro organismo? ¿quién dice la verdad? ¿quién miente y con qué motivo? Es lógico, por tanto, barajar ciertas teorías conspirativas que sitúan a la industria farmacéutica y la alimentaria como los grandes culpables. Para contemplar esta hipótesis debemos remontarnos de nuevo al trabajo de Ancel Keys, tras el cual la industria agroalimentaria comenzó a promocionar alimentos que ayudaban a controlar el colesterol y a crear un potente negocio en torno a ellos. De hecho, durante esos años fueron acalladas las teorías contrarias a la ya impuesta por el sector científico y alimentario. Como ejemplo podemos nombrar la hipótesis del patólogo Kilmer McCully, que afirmaba que las placas de las arterias se desarrollan cuando la cantidad de homocisteína es excesiva. Dicho argumento fue rápidamente censurado por los medios y sus vías de financiación fueron cortadas. El doctor japonés Akira Endo protagonizó otro episodio clave en esta larga historia en el año 1971, cuando descubrió las estatinas, unos fármacos capaces de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Entre ellas llegó a diferenciar la pravastatina en 1979 y la simvastatina en 1982, las cuales siguen recetándose en la actualidad a pesar de la diversidad de opiniones y a los presuntos efectos secundarios negativos que conllevan. Y es que según algunos expertos, las estatinas pueden provocar un aumento de la calcificación de las arterias coronarias, lo que a su vez aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Es aquí cuando entran en juego otros datos, como el hecho de que el 85% de los ensayos clínicos están patrocinados por laboratorios privados, según palabras del doctor americano John Abramson. Sin olvidar las relevantes declaraciones del cardiólogo e investigador del Centro de Investigaciones Científicas Michel de Lorgeril: “Las estatinas entran en el cerebro y alteran la síntesis de colesterol en el cerebro. Es un efecto terrible que hasta hace poco había sido ignorado, y solo gracias a la presión de algunos médicos y toxicólogos las autoridades sanitarias han admitido que, efectivamente, las estatinas provocan problemas de memoria y trastornos del sueño. Es decir, es un claro efecto neurotóxico”. ¿Qué os parece esta información sobre el colesterol malo?, ¿pensáis que es realmente perjudicial para la salud?

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2 comentarios en «El gran engaño sobre el colesterol malo»

  1. Creo que si nos ponemos a analizar muchos estudios sobre lo que es y lo que no es dañino para nuestra salud han sido contradictorios y nos hace dudar y nos confunde la información que es suministrada por científicos y gente experta en el tema. Lo que sí creo fielmente es que todo en exceso es dañino para nuestra salud, el café, la comida chatarra, el azúcar, etc son algunos de los ejemplos. Esto no quiere decir que no debamos consumirlos pero si es esencial entender que deben ser consumidos con moderación, esta bien tomar 1 taza de café en la mañana y media taza en la tarde no estamos haciendole daño al cuerpo pero si estaría mal tomar 3 tazas. Y así sucesivamente.

    Bryan Navarro

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