

Estamos ante una infección y básicamente, podemos darnos cuenta de ella por el aspecto que muestran las encías cuando está presente. Los principales síntomas son, que las encías se muestren de color rojizo y que también se encuentren inflamadas y por supuesto, estén más sensibles. Esto se nota especialmente a la hora del cepillado, debido a que es muy habitual sangrar.
Otro síntoma habitual de la gingivitis, es que los dientes muestren un aspecto mucho más alargado, debido a que han retrocedido. Todo esto, puede acabar generando la creación de unas bolsas entre los dientes, en donde se acumulan las bacterias junto a los restos de comida, agravando la enfermedad y produciendo síntomas como mal aliento, algo bastante habitual en las primeras etapas de la enfermedad.
¿Cómo podemos tratar esta gingivitis?
Estamos ante una enfermedad bastante peligrosa, debido a que es silenciosa. Esto quiere decir que como no se experimenta dolor en su aparición, muchas veces se descuida su tratamiento y, por lo tanto, puede llegar a derivar a situaciones peores, como la periodontitis.


Lo primero que tenemos que procurar una vez que se ha detectado la gingivitis, es tratar de disminuir la hinchazón de las encías y para ello, es necesario llevar a cabo una limpieza dental en una clínica, con el objetivo de eliminar el sarro de los dientes.
Además de la limpieza dental, dependiendo del daño que haya sufrido el diente, es posible que haya que llevar a cabo una restauración dental. Esto es debido a que, por culpa de la inflamación y el daño sufrido en las encías, es posible que los dientes se hayan desalineados. Esto tiene que solucionarse para poder eliminar en el futuro correctamente la placa, ya que, si no, el problema podrá volver a aparecer más adelante, puesto que recordemos, la principal causa de aparición de la gingivitis, es una deficiente higiene bucodental.
Por último, es importante destacar que, aunque hayamos llevado a cabo estos pasos, la periodicidad de los mismos es importante para evitar que la gingivitis pueda aparecer. Pese a que este problema se pueda solucionar con una limpieza, es posible que aparezca en el futuro si no llevamos a cabo la limpieza correctamente. Unos dientes blancos pueden engañarnos bastante, puesto que, si no llegamos a todos los rincones de la boca, es posible que este problema pueda aparecer tarde o temprano.
Precisamente por esto, diferentes revisiones rutinarias en el dentista, nos pueden ayudar a prevenir que aparezca de nuevo el problema y por supuesto, llevar a cabo el tratamiento necesario para revertir la situación, en el caso de que así lo requiera.