

Como evitar problemas de espalda con las mochilas
Los problemas de espalda derivados del uso de la mochila dependen de dos factores, de la propia forma que tengamos de cargar la misma y también del peso con el que vayamos a cargarla.
Llegados a este punto, la elección de la mochila es un factor fundamental, ya que muchos de estos problemas son debidos a que la mochila no se carga bien. Para ello, tenemos que asegurarnos que la mochila se mantiene entre los hombros y la cintura y que esta no sea más ancha que la anchura de los hombros. Un problema añadido a estas mochilas es que, si no se acoplan al cuerpo bien, limitan en una gran medida la movilidad del sujeto, por lo que se hace mucho más complicado maniobrar con ellas y por lo tanto el niño es más propenso a sufrir caídas.


Otro aspecto que debemos tener en cuenta es la calidad de las correas. Estas correas deberían de ser anchas y acolchadas, para que sean cómodas a la hora de cargar la mochila y para que por supuesto, no nos cause dolor. Además, tenemos que valorar que la mochila tenga varios compartimentos en lugar de uno solo. Cuando una mochila tiene una mayor cantidad de compartimentos, podremos distribuir el peso con una mayor facilidad, haciendo que este sea más uniforme.
Por otro lado, además de elegir una mochila que tenga esas características, es importante aprender a llevarla de la forma apropiada. En este caso, deberemos de ajustar bien las correas, así como utilizarlas en ambos hombros, nada de cargar todo el peso de la misma en un hombro. Con toda la cantidad de material que tienen que llevar los niños a clase y con lo que pesa, resulta complicado aligerar carga. Sin embargo, deberíamos de tener en consideración no cargar estas mochilas más allá del 15% del peso total del niño. Teniendo en cuenta todo esto podremos reducir en gran medida las lesiones de espalda.