De entre sus fases, la segunda es la más importante, pues el sueño profundo es la fase en la que se desaceleran las funciones del cuerpo y las ondas cerebrales, se produce la regeneración celular y la síntesis de proteínas.
Las consecuencias de un mal descanso
Una de las principales consecuencias de un mal descanso es la permanente sensación de fatiga, que incluso puede comportar dificultades en el habla y una reducción considerable del tiempo de reacción. Asimismo, la falta de sueño profundo puede provocar un aumento del estrés, ansiedad, mal humor y dificultades para concentrarse. No contar con un descanso saludable también puede disminuir la creatividad, provocar la aparición de signos de envejecimientoprematuros o afectar al estado de los huesos, los cuales se vuelven más débiles y frágiles. Además de tener efectos sobre la salud en general, la falta de sueño también puede afectar directamente al sistema inmunológico, debilitándolo gravemente. Si padeces problemas de descanso o tienes dificultades para dormir adecuadamente, puedes consultar el blog Tu Equilibrio y Bienestar, donde recoge consejos y cuidados para la salud escritos por profesionales sanitarios (como son médicos especialistas, farmacéuticos…)
Hábitos saludables para conseguir un sueño profundo
Para conseguir un sueño profundo, hay una serie de hábitos saludables que nos ayudarán. El primero de ellos, pasa por mantener un horario fijo tanto para irse a la cama por las noches como para despertarse por las mañanas. Además, también resulta fundamental que intentemos evitar los cambios bruscos de horario entre los días laborables y el fin de semana. Otro de los hábitos saludables para conciliar mejor el sueño es la práctica deportiva moderada. Con todo, lo más aconsejable es evitar realizar deporte después de las 19:00 horas, sobre todo si es de alta intensidad, puesto que nuestro cuerpo comenzará a producir adrenalina y otras hormonas que nos harán sentir activos y provocarán que tengamos dificultades para dormir. Además, otro de los hábitos más efectivos para cuidar tu higiene del sueño consiste en vigilar las siestas. Como todo, las siestas están bien en su justa medida. Lo mejor es evitar hacer siestas que superen la media hora de duración o que tengan lugar hacia el final de la tarde. Igualmente, también es importante tener una alimentación saludable y variada donde se modere el consumo de cafeína, grasas y alcohol. Se trata de tres estimulantes muy fuertes para el cuerpo que pueden ocasionar problemas para conciliar el sueño. Finalmente, otro de los hábitos saludables para un descanso de 10 es evitar atracones de comida y bebida justo antes de acostarse. Si nos llenamos en exceso antes de dormir, nuestro cuerpo entenderá que debemos estar activos. Por esta razón se recomienda cenar platos ligeros y preferiblemente antes de las 21:00 hora