

Natural, renovable y reciclable
La madera es, sin duda, uno de los materiales más nobles. Si buscas construir de un modo que genere el menor impacto ambiental posible, entonces debes considerar este material entre tus preferidos. Especialmente si la madera proviene de bosques certificados, entonces sí te garantizas que todos los pasos de la cadena de producción se han realizado de un modo respetuoso con el medio ambiente.
Carbono positivo
¿Qué quiere decir esto? Básicamente que al construir las casas de madera se logra generar más energía que la consumida, creando así un excedente energético procedente de energías renovables. El carbono positivo aporta un beneficio a la atmósfera en vez de contaminarla. Por cada metro cúbico de madera que se utiliza para la construcción de una casa, 0,8 toneladas de emisiones de carbono son ahorradas. Esto quiere decir que si un hogar utiliza 20 metros cúbicos de madera, está haciendo un ahorro de 10 toneladas de carbono. Se trata de la misma cantidad de carbono producida al conducir 90000 kilómetros.
Baja energía de producción
Cuando la madera para construir proviene de establecimientos certificados, el costo energético para su producción es mucho más bajo que si no lo hiciera. Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir este tipo de edificación.
Respuesta al fuego
Los incendios son peligrosos para todas las construcciones, sin importar su material. Los incendios suceden en casas construidas con concreto, acero, y ladrillo y, por supuesto también en madera. Por lo tanto mientras sean construidas siguiendo las regulaciones y obteniendo los permisos municipales correspondientes, no hay motivos para pensar que la madera es más susceptible al fuego que otros materiales.
Aislante natural
Al construir una casa de madera, estamos construyendo con un material compuesto de fibras huecas que se alinean axialmente a la longitud del árbol. Esos espacios huecos contienen el aire aportando una gran cualidad de aislante del calor. Como aislante térmico, la madera es seis veces más eficiente que el ladrillo o barro cocido, quince más que el hormigón y ¡400! más que el acero. Al permitir que el calor permanezca en el interior de la casa se cumple también la función de gastar menos dinero en calefacción. Como verás, se trata de una alternativa súper conveniente. Quienes buscan construir una casa buscan que sea duradera y resistente, pero de igual manera desean que estos beneficios tengan un impacto positivo en la tierra. Los consumidores de hoy en día se inclinan cada vez más por consumir con responsabilidad y de manera sustentable. ¿Qué esperas para sumarte a un nuevo modo de vivir?