

Si piensas en el calcio, seguramente te vendrán a la mente los huesos y los dientes. Realmente así es, el calcio es el mineral idóneo si lo que pretendes es tener unos huesos y dientes más fuertes, pero, sin embargo, cuenta con muchas más funciones que esas, entre las que se encuentra por ejemplo la de relajante muscular o la de regular el ritmo cardíaco, así como el control de la presión arterial o el colesterol. Por estos motivos, se aprecia que el calcio, es igual de importante a todas las edades.
¿Qué nos aporta el calcio?
Como ya hemos indicado, el calcio mejora la salud de nuestros huesos y dientes. Gracias al calcio, es posible mantener una buena densidad ósea y seremos mucho más resistentes a la hora de sufrir una factura. Además de esto, sirve para prevenir toda clase de enfermedades relacionadas con los huesos, como puede ser la osteoporosis al fortalecer nuestros huesos. De la misma forma que es importante para los huesos, lo es para los dientes y al igual que en los anteriores, gracias al calcio podremos prevenir toda clase de enfermedades bucodentales.


El calcio cuenta con muchos más aportes además de los huesos o los dientes. Gracias a la toma de calcio, podemos mejorar la comunicación existente entre las células, con lo que conseguiremos unas respuestas nerviosas más rápidas y acertadas, con lo que favoreceremos los movimientos de nuestros músculos. Además de participar activamente en la función muscular, también nos servirá como relajante, evitando que nuestros músculos sufran otros problemas, como las contracturas.
El calcio es igual de importante para todos los sistemas del cuerpo humano. Esto es debido a que la toma de calcio, ayuda a reducir la presión arterial alta y, por lo tanto, mejorar la salud tanto de nuestro corazón como de nuestro cerebro. Esto lo consigue gracias a la dilatación de los vasos sanguíneos y la regulación de las funciones nerviosas, por lo que se favorece el ritmo cardíaco. Por último, el calcio también es bueno para prevenir el cáncer gracias a la participación que tiene en las células.
En definitiva, como se puede ver, el calcio es bueno para todas las edades, puesto que ayuda a los más pequeños en el desarrollo de sus huesos y a los mayores a hacer que estos sean menos frágiles y sean más fuertes. No debería de faltarnos al día una pequeña ingesta de calcio y para ello, la leche y sus derivados, son unos de los mejores complementos.