

Este trastorno está situado dentro de las parasomnias, y es bastante común; hasta un 60% de las personas lo han experimentado alguna vez en su vida. Las personas que lo han sentido en alguna ocasión experimentan una sensación de parálisis de toda la musculatura voluntaria, por lo que no pueden mover ninguna parte de su cuerpo, y únicamente pueden respirar, ver y oír. Habitualmente, este extraño y angustioso episodio suele durar pocos segundos y pasado este tiempo la parálisis desaparece de forma espontánea sin consecuencias. En algunos casos, esta parálisis puede ir acompañada de alucinaciones hipnagógicas (táctiles, visuales y/o auditivas) siendo las dos primeras las más comunes. Desde un punto de vista científico, en realidad lo que se produce es un desfase temporal entre la entrada o salida de la fase REM, de mayor actividad cerebral, y la fase de relajación muscular total. Puede darse en dos momentos:
- Cuando estamos comenzando a dormir:
- Cuando nos estamos despertando:
Cuando estamos entrando en la fase REM, con todo el cuerpo relajado, podemos sufrir un pequeño despertar de la conciencia, pero nuestro cuerpo no responde ni nos permite movernos durante un tiempo debido a que toda la musculatura está relajada. Se produce una desincronización entre el final de la fase REM y la recuperación de la actividad muscular, de modo que nos despertamos pero no podemos movernos.
¿Cuáles son las causas?
Las causas de la parálisis del sueño pueden ser varias, desde congénitas a circunstanciales:
- Genéticas o hereditarias: Es la causa menos común. En caso de que s dé de forma recurrente se debe acudir a un especialista que aplique el tratamiento más conveniente.
- Mala gestión del sueño: Puede estar causado por una rutina de sueño alterada, como la de las personas que trabajan en turnos de noche, o sufren habitualmente de jetlag por los cambios horarios.
- Otras enfermedades; En ocasiones la parálisis del sueño está asociada con la narcoplepsia, una enfermedad neurológica en la que la persona se duerme de día como respuesta a cambios emocionales.
A continuación podrás encontrar algunos consejos para minimizar los efectos de este trastorno:
- Lo esencial para evitar la parálisis del sueño es tener una rutina del sueño regular durante toda la semana ya que se ha comprobado que el trastorno aumenta cuando vamos a dormir a horas diferentes, alterando el ritmo circadiano. Además, para garantizar un buen descanso es importante tener un buen colchón que se adapte a nuestro cuerpo, como los colchones viscoelásticos, que nos permitan adoptar una postura cómoda para conciliar un sueño profundo.
- Practicar deporte: Hacer ejercicio durante la tarde y hasta tres horas antes de acostarse puede ayudarte a despejar la mente, relajar tus músculos y prepararte para disfrutar de un sueño reparador.
- Duerme al menos 8 horas: Algunas causas de insomnio como el estrés pueden favorecer este tipo de patologías. Asegúrate de descansar cada día las horas suficientes para que tu cuerpo y mente puedan recuperarse completamente.
- Buenos hábitos alimenticios: Nuestra dieta influye en nuestro sueño. Es recomendable seguir una dieta y hacer cenas ligeras al menos 2h antes de acostarse para evitar tener una digestión pesada. Evita las bebidas con cafeína antes de acostarte.
- Evitar trasnochar: La clave para evitar este trastorno está en el descanso. Es importante dormir las horas diarias necesarias y hacerlo durante la noche para no alterar el reloj biológico.
- No tomar medicamentos que puedan afectar el sueño REM: cualquier tipo de medicación siempre ha de consultarse con el médico especialista.