Lo primero es definirlo correctamente. El Omega 3 es un tipo de ácido graso poliinsaturado, considerado dentro del grupo de grasas saludables para nuestro cuerpo.
Este tipo de ácidos son necesarios para nuestro organismo y deben consumirse a través de los alimentos, ya que no se sintetizan directamente por nuestro cuerpo.
Para aportar este tipo de grasas buenas a nuestro organismo debemos ingerir determinados alimentos, especialmente alimentos procedentes del mar. Los que más omega 3 contienen dentro de este grupo son los pescados azules y los mariscos.
El consumo de este tipo de pescados procedentes del mar beneficia nuestra salud, ya que está demostrado que actúan sobre las proteínas y disminuyen los niveles de triglicéridos. Además, este tipo de grasas tienen propiedades dilatadoras de los vasos sanguíneos, por lo que son una buena protección contra la trombosis y los graves problemas cardiovasculares.
Si somos capaces de mantener una dieta equilibrada y consumir al menos dos veces por semana estos productos, nuestro cuerpo tendrá la cantidad suficiente de omega 3. Si, por el contrario, nuestra dieta es pobre en pescado, debemos hacer un esfuerzo por aumentar su consumo o tomar un aporte suplementario a través de pastillas o por medio de alimentos enriquecidos en omega 3.
Sin duda, la mejor alternativa es comer bien e ingerir la cantidad suficiente de pescados y mariscos. Entre los primeros, hemos de tener en cuenta que, aunque el pescado blanco también tiene omega 3, es el pescado azul el que más contiene.
Por todo ello, no olvides comer dos veces por semana algo de marisco o pescados como la anchoa, la sardina, el atún, la caballa, los arenques, el salmón, la trucha... Convierte un buen aperitivo en una inyección de grasas saludables para tu organismo.
Fuente Imagen Flickr.
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