

El nervio ciático es el más largo y ancho del cuerpo, yendo desde la zona más baja de la espalda hasta el talón. En su camino desde la espalda a la planta del pie, pasará también por las caderas, glúteos y piernas. Y aunque, habitualmente, el dolor afecte apenas un lado, este nervio se bifurca y baja por ambas piernas a la vez. El hecho de que el dolor se presente, habitualmente, en un solo lado tiene que ver con el motivo por el que se produce, relacionado con el lado en el que se produce y las raíces nerviosas que compromete.
¿Qué es el dolor del nervio ciático?
Cuando las raíces nerviosas del nervio ciático se ven comprimidas, inflamadas o pellizcadas en su paso por la zona de la columna lumbosacra, la zona más baja de la espalda, el dolor se hace sentir, irradiando a lo largo de todo el nervio. Dependiendo del grado de pinzamiento y su localización, así se sentirá en una u otra pierna y con distintos grados de dolor o alcance. Aunque las causas para el aparecimiento de esta dolencia son de lo más variadas, el estrechamiento del canal por dónde pasa el nervio, la aparición de hernias discales y la degeneración de los discos intervertebrales suelen ser las más habituales.
¿Cuáles son sus síntomas y cómo evoluciona?
La evolución del dolor del nervio ciático depende del origen. En fisioterapia en córdoba trabajan la movilidad neural, logrando resolver la mayoría de los casos con tratamientos de tipo conservador y sin necesidad de pasar por quirófano. La sintomatología más característica de esta dolencia es el hormigueo que desciende desde la espalda baja hacia la pierna y el dolor agudo al levantarse y caminar, que se intensifica al sentarse. Además, surge igualmente un dolor persistente en la pierna o glúteo y una sensación de debilidad y adormecimiento de la pierna e, incluso, del piel Dependiendo de diversos factores, además del origen del problema, la evolución puede variar entre unas semanas hasta varios meses.
¿Es posible su prevención?
Prevenir el dolor del nervio ciático es posible con unos cuidado básicos. En la población joven, sin causas previas como las hernias o la estenosis de canal, este dolor surge de forma más habitual en personas con sobrepeso, al realizar un sobre esfuerzo o deportes de alta intensidad, con una contusión grave o durante el embarazo. Mantener un estilo de vida activo es el principal consejo que se puede dar para ayudar a prevenir esta dolencia. Controlar el peso, no estar muchas horas seguidas sentado y realizar ejercicios aeróbicos de bajo impacto nos ayudará a combatir este problema. Además, existen ejercicios de movilidad que favorecen el fortalecimiento de la zona central del cuerpo, manteniendo la estabilidad, favoreciendo la salud de la columna y evitando el dolor del nervio ciático.