

Vitrectomía: una técnica de microcirugía ocular
En el universo de la oftalmología, encontramos cada vez más técnicas revolucionarias. Afortunadamente, todas ellas permiten disfrutar de una mejor calidad en la visión, obteniendo en gran cantidad de casos resultados sorprendentes. Entre dichas técnicas, la vitrectomía es una técnica de microcirugía ocular que se emplea para extraer el vítreo, un gel transparente que rellena la cavidad ocular. Es posible que se desconozcan los casos en los que se realiza este tipo de intervención, pero gracias a los profesionales que la realizan, muchos pacientes que perdían irremediablemente visión, la han mantenido o directamente, la han recuperado a niveles satisfactorios. Existen distintas enfermedades que pueden necesitar la vitrectomía. Así, hallamos heridas oculares o posibles traumatismos, retinopatía diabética, desprendimiento de retina, inflamaciones en el ojo, complicaciones causadas por la uveítis o bien, patologías que tienen que ver con los altos niveles de miopía, entre otras. Tal y como ocurre con otras intervenciones oftalmológicas, la realización de exámenes previos a su realización es fundamental. Además de un examen ocular en detalle y unas ecografía para observar los tejidos del ojo, se pueden realizar otras pruebas como la tomografía de Coherencia óptica Retiniana, la angiografía fluoresceínica o un test electrofisiológico. La intervención se realiza en la clínica oftalmológica mediante anestesia local y tiene una duración aproximada de 1 o 2 horas. Todo dependerá de cuál sea la patología y las particularidades del paciente. Al culminar, generalmente se retira el parche oclusivo del ojo 24 horas después, a pesar de que se note cierta molestia o rojez en el ojo, especialmente al parpadear por notar un cuerpo extraño. Lo cierto es que tras haber transcurrido este tiempo, se puede realizar vida normal sin ningún problema. A pesar de ello, sí que es recomendable que durante la primera semana tras haberse realizado la cirugía ocular, no se realicen movimientos de cabeza que sean bruscos y también es aconsejable que se limite el ejercicio físico de intensidad durante este período. Se trata de una recuperación que no es instantánea y que los primeros resultados podrán observarse durante las siguientes semanas o meses. Por último, si tras la intervención se ha tenido que inyectar gas o aceite de silicona que cause una visión que no sea nítida, también mejorará progresivamente. Como podemos observar, se trata de una técnica en oftalmología que permite mantener o recuperar niveles de visión. Todo ello mediante una cirugía rápida y con una recuperación que destaca por ser progresiva.