

Tener acrocordones es bastante habitual y es un hecho que se da con una mayor frecuencia en los hombres que en las mujeres y por suerte, no son peligrosos para la salud aunque suelen resultar molestos debido a que se suelen irritar y lesionar con facilidad. De esta forma, muchas personas optan por acabar con ellos, además de por molestos, por motivos de estética ya que lucen mal en la piel.
Síntomas de los acrocordones
La presencia de los acrocordones muchas veces pasa desapercibida debido a que no muestran ningún tipo de síntoma. De esta forma, tener acrocordones no te generará ningún malestar físico ni te dolerá, aparte de que no se encuentran asociados a ningún otro problema de piel ni tampoco son contagiosos.
De esta forma, los únicos problemas que suelen darse son de motivo estético y son básicamente por estos por los que se busca acabar con ellos. Pese a no presentar síntomas, sí que hay algunas personas más propensas a sufrirlas que otras como por ejemplo aquellas que sufren de diabetes tipo 2 y también las que tienen sobrepeso. Esto es debido a que la acumulación de grasa ablanda la piel y por lo tanto se incrementan las arrugas en el cuerpo, por lo que como hemos visto antes, es un motivo más que suficiente para poder desarrollar estos acrocordones.


¿Cómo acabo con los acrocordones?
Si sufres de acrocordones y quieres acabar con ellos, lo mejor es acudir a un dermatólogo para que evalúe tu caso y te indique el tratamiento mejor indicado.
En este sentido, nos podemos encontrar con varios tratamientos que dependiendo del acrocordón en cuestión y de la zona en donde se encuentre pueden ser más o menos útiles. Estos tratamientos van desde la crioterapia en donde se elimina el acrocordón a base de congelarlo, la electrocirugía en donde se cortan o queman mediante un bisturí eléctrico y la cirugía en donde se extirpan de forma directa con tijeras o bisturí. También hay cremas hechas a base de productos naturales que ayudan a eliminarlos.