

Para tratar las varices hay algunos hábitos saludables que se deben tener en cuenta. Por ejemplo, una alimentación sana y la práctica habitual de ejercicio físico ayudará a mantener la salud venosa. Sin embargo, la genética y las hormonas también tienen su influencia en este problema y, muchas veces, es necesario acudir a una clínica vascular dónde los profesionales especialistas sabrán encontrar la mejor solución para cada caso.
En estas clínicas tratan todo tipo de varices, puesto que cuentan con diferentes técnicas que se adaptan a cualquier escenario donde convivan desde las más pequeñas a las más gruesas. Todos los tratamientos son realizados por un cirujano vascular.


La cirugía vascular poco invasiva
Hace algunos años, eliminar varices era algo que apenas se podía hacer en quirófano y con métodos invasivos pero, por suerte, existen actualmente técnicas poco invasivas, como la cirugía vascular poco invasiva, que nos permiten eliminar las varices con incisiones de tamaño reducido. De este modo se consigue disminuir el trauma quirúrgico, reducir el dolor y las molestias y, al mismo tiempo, lograr un mejor postoperatorio.
Estos tratamientos no requieren cirugía ni baja médica, el proceso te permite incorporarte inmediatamente a tu vida cotidiana. Sales andando de la consulta. Es un tratamiento cómodo y rápido para el paciente, no le llevará más de una hora.
Es necesario tener en cuenta la importancia de acudir a profesionales especialistas y cualificados pues los tratamientos se deben realizar con todas las precauciones necesarias. También es necesario mantenerse informado para no caer en técnicas que no logren realmente dar los resultados deseados.


Ventajas frente a la cirugía estándar
Aunque esta técnica implique una pequeña invasión, no será como la invasión de una cirugía estándar. Y, sin embargo, los resultados obtenidos son similares por lo que vale la pena optar por la cirugía vascular poco invasiva siempre que sea posible en el caso del paciente y recomendado por el cirujano.
El hecho de ser poco invasiva consigue reducir el dolor y las molestias durante el tratamiento y también durante el postoperatorio. Además, reduce el riesgo de infecciones y el tiempo en UCI y hospital, permitiendo una vuelta más rápida a las rutinas habituales.


Escleroterapia
En varices finas y superficiales o arañas vasculares, el profesional puede recomendar la escleroterapia líquida o con microespuma.
Esta técnica consiste en introducir en la vena, con la ayuda de una pequeña aguja, un gel o espuma según el tipo de escleroterapia, llevando a su cicatrización.
Es un proceso bastante rápido y seguro. Sin embargo, no todas las varices se pueden tratar de este modo.


Crioesclerosis
En la crioesclerosis se inyecta en la vena afectada una sustancia esclerosante a baja temperatura. De este modo se consigue hacer desaparecer las varices sin riesgo de pigmentación de la piel, característica muy destacable cuando llega el buen tiempo.
Una vez más, es una técnica que no se puede utilizar en todos los casos y es el profesional que debe valorar si es la técnica indicada para el caso específico del paciente.


Sistema de sellado con cianoacrilato
Este novedoso tratamiento está indicado para las varices más gruesas.
Se realiza introduciendo un pequeño catéter en la pierna que permitirá cerrar la vena con un producto específico.