

Remedios para acabar con la tos
Sea como fuere, vamos a descubrirte una serie de remedios caseros para la tos para que te puedas preparar tu mismo, con facilidad y así acabar con la tos cuando sea necesario.
Una cucharada de miel
Uno de los remedios más clásicos y también de los más deliciosos, es tomar una cuchara de miel. Hay varios estudios que han concluido que, en determinadas ocasiones, la miel puede llegar a ser mucho más eficaz que cualquier medicamento para tratar la tos. Esto es debido a que la miel es demulcente y gracias a su particular textura pegajosa, combate la tos con facilidad.
Por este motivo, no es de extrañar que muchas pastillas para la tos incluyan miel en su composición. Ahora bien, es importante tener cuidado con la miel y no suministrársela a niños menores de dos años. Por lo demás, si la tos que tenemos procede de una enfermedad, la cantidad recomendada de la misma es de tres cucharadas a lo largo del día.
Duerme con la cabeza elevada
Más allá de tratarse de un remedio natural, dormir con la cabeza elevada es un pequeño truco que nos puede ayudar a conciliar el sueño durante aquellas noches en las que la tos, no nos da una tregua.
Si duermes con la cabeza algo más alta, evitaremos que la mucosidad pase de la nariz a la garganta y, por lo tanto, evitaremos esa molesta tos.


Toma una infusión de tomillo
Tomar una infusión como por ejemplo un té de tomillo, nos ayudará a calmar la tos. Esto es debido a que las hojas de este tomillo, cuentan entre sus propiedades con un remedio que ayuda a relajar los músculos de la tráquea, a la par que reduce la inflamación de la misma.
Para hacer este té, bastará con remojar dos cucharillas de tomillo machacado en una taza de agua hirviendo durante diez minutos. Después se cuela y puedes añadir algo de miel y limón, para mejorar el efecto del mismo.
Tomar un baño de agua caliente
Además de que nos va a ayudar a relajarnos, un baño de agua caliente nos va a ayudar a calmar la tos. Esto se consigue gracias al propio calor generado por el baño, que ayudará a que se nos suavicen las vías respiratorias además de acabar con la congestión nasal y terminar con las flemas de la garganta.
Para conseguir esto, cierra la puerta del baño y trata de crear ese ambiente vaporoso que tan bueno va a ser para tu tos y por supuesto, relájate mientras lo haces, es uno de los remedios más placenteros que existen.