Muchas personas piensan erróneamente que un farmacéutico es un mero tendero, una persona encargada de llevar una tienda en donde se venden medicamentos. Esto no es así, ya que
el farmacéutico es un profesional sanitario altamente cualificado que cuenta con amplios conocimientos de los productos que se encuentra vendiendo. Debido a estos conocimientos con los que cuenta, cada vez son más las farmacias que ofrecen servicios profesionales a los farmacéuticos más allá de la propia dispensa de medicamentos.
¿Qué servicios podrían ofrecer estos farmacéuticos?
El farmacéutico puede tomar un papel más activo en el suministro de medicamentos a sus clientes. Por poner un ejemplo, si se diese una determinada incidencia, podrá
informar directamente al personal sanitario de su cliente del problema que está sucediendo. Si la persona no le está sentando bien la medicación o cualquier otro aspecto, es el propio farmacéutico quien puede trasmitir estas sensaciones con el fin de mejorar la atención al propio paciente. El farmacéutico podrá
seguir y evaluar el desarrollo del paciente con el fin de poder ayudar al mismo y de mejorar la comunicación con su médico. Lo que se busca es diseñar una cartera asistencial que permita a estos farmacéuticos llegar a esos pequeños rincones del día a día en donde a veces un médico no es capaz de llegar.
El farmacéutico y la salud en general
Para lograr todas estas mejoras es importante establecer bien las competencias académicas a la hora de expedir los títulos universitarios que permitan el ejercicio de farmacéutico. Que los farmacéuticos se puedan encargar de algunos de los aspectos de la salud, permitirá ofrecer un sistema mucho más descongestionado, logrando una
salud mucho más eficiente y sostenible, algo que mejora en una gran medida las condiciones de vida de todos. Está demostrado que los farmacéuticos en España son capaces de ahorrar más de 2.200 millones de euros al sistema sanitario gracias a algunos de los servicios profesionales que hasta ahora se encuentran ofreciendo. En definitiva, todo se traduce en la
mejora de la atención a las personas, ya que ahora podrán aprovechar mucho mejor a estos profesionales de la salud. Los farmacéuticos están cualificados más allá que para vender cajas de medicamentos, por lo que resulta inteligente poder
sacar partido de sus conocimientos a través de dichos servicios. El futuro de la farmacia es cambiante y todo indica a pensar que dentro de unos años todos estos servicios nos van a resultar mucho más cercanos. Dentro de poco, cambiará la percepción que tenemos de los farmacéuticos que trabajan al lado de nuestra casa.
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