

Si queremos tener en cuenta las síndrome de Edwards causas es importante saber que estas aumentan conforme la edad de la madre es más avanzada, en donde suele ser más habitual, serían los 40 años. Por otro lado, este problema también puede surgir debido a la duplicación del cromosoma dentro del óvulo o del espermatozoide.
¿Qué síntomas tiene el síndrome de Edwards?
Para poder detectar a un bebé que padece dicho problema, existen una serie de síntomas que pueden ser una buena muestra de ello. De esta forma, si podemos observar que mantiene los puños cerrados, las piernas cruzadas, cuenta con un peso bajo al nacer, no tiene suficientemente desarrolladas las uñas, cuenta con una cabeza y mandíbulas pequeñas o cuenta con una forma inusual del pecho o se le ha detectado retraso mental, es probable que sufra el síndrome de Edwards.
Muchos de estos síntomas se pueden diagnosticar durante el embarazo. De esta forma, durante un examen rutinario, el médico puede observar diferentes problemas como por ejemplo un útero demasiado grande, así como la presencia de una mayor cantidad de líquido amniótico. Por otro lado, al igual que hemos visto con anteriores síntomas, este problema también se puede detectar una vez que el bebé ha nacido, teniendo en cuenta algunos de los casos anteriores. Por otro lado, una vez que el niño nace, la placenta se observa que es bastante pequeña, puede ser también un indicativo de que existe este problema.


Para poder detectar dichos problemas, también es recomendable realizar un examen físico al recién nacido, ya que existen más evidencias que muestran que puede estar sufriendo dicho trastorno. En este caso, con una radiografía podríamos comprobar casos como si tiene el esternón corto o separación de los músculos abdominales, así como si cuenta con una hernia umbilical o inguinal.
Tratamiento
Como existen un montón de casos diferentes, debido a que cada uno presenta un tipo de problema en concreto de todos los que hay, se podría decir que no existe un tratamiento general al problema si no que cada uno de ellos, depende de lo que nos determine el pediatra.
Sin embargo y por desgracia, se trata de un problema bastante grave y son pocos los bebés que sobreviven a su primera semana de vida con estos problemas, por lo que lo más recomendable es tomar las medidas necesarias cuanto antes.