La forma del colchón, las medidas o los materiales son factores que intervienen en el descanso de una persona. Estos afectan directamente a las horas de sueño o la postura que una persona conserva durante la noche. Por ello, es fundamental prestar atención al tipo de colchón en el que descansamos.
Tipos de colchón para cada persona
Aunque en la actualidad existen distintos tipos de colchones, lo cierto es que no todas las formas o materiales son recomendables para algunas personas. La altura, la temperatura del cuerpo humano o las dimensiones dependen de la persona que ocupa el colchón, de modo que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir el mismo. De igual modo, las personas con ciertos problemas de movilidad o pinzamientos precisan de colchones especializados.
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Colchones muelles ensacados
Se conoce como colchón de muelles ensacados a aquel colchón que dispone de numerosos muelles individuales en su constitución, los cuales aportan estabilidad y no se perciben por su recubrimiento de tela. Estos colchones son muy versátiles y se adaptan a todo tipo de personas y posturas. Por regla general, están recomendados para personas que sudan durante la noche o presentan problemas relacionados con la transpirabilidad. Su firmeza depende del modelo elegido, aunque se encuentran a medio camino entre los colchones endebles y los más duros.
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Colchones de muelles
Aunque técnicamente los muelles ensacados son un tipo de colchones de muelles, hemos decidido explicar estos colchones en otro apartado por sus peculiaridades. Los colchones de muelles son los colchones de toda la vida, donde una serie de muelles colocados verticalmente permiten mantener una postura adecuada durante la noche. Los muelles se encuentran conectados entre sí por acero, de modo que son perfectos para las personas que no presentan problemas durante la noche. No obstante, su consistencia es menos rígida que en otros colchones.
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Colchones con viscoelástica
Los colchones con viscoelástica se han puesto de moda en los últimos años. Entre otras, estos colchones son más robustos que otros, razón por la que no pierden su forma ante presiones o elevado peso. Están indicados para todo tipo de públicos, aunque los especialistas los recomiendan para personas con problemas de movilidad o de articulaciones. La única pega de estos colchones es su transpirabilidad, ya que absorben el calor e impiden que transpire correctamente.
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Colchones con espumación
Como su propio nombre indica, los colchones con espumación son aquellos que están fabricados con espuma o poliuretano. Por regla general, estos colchones tienen una superficie algo dura, por lo que son opciones perfectas para soportar peso y mantener una postura adecuada durante la noche. Los colchones con espumación se caracterizan por soportar bien los golpes, pero pueden ser incómodos para quienes prefieren superficies menos rígidas o colchones algo blandos. Por ello, es recomendable que las personas con problemas de huesos o movilidad eviten estos colchones.
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