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Una toxiinfección alimentaria es una enfermedad que se produce cuando comemos alimentos contaminados por virus, bacterias o parásitos, y la contaminación se suele dar si los alimentos no están bien conservados o no han sido manipulados adecuadamente. El verano y el calor favorecen a estos microorganismos de manera que es en esta época cuando debemos poner especial atención en lo que ingerimos. Los síntomas son muy similares en todos los procesos: suele darse gastroenteritis aguda con vómitos, diarreas y malestar general que puede ir acompañado de fiebre en algunos casos. El contagio nos puede llegar a través del agua, de los utensilios de cocina, de los alimentos o incluso por vía respiratoria en algunos casos. Hay muchos tipos de intoxicación alimentaria, pero las cuatro más frecuentes son:- Salmonelosis. Se contrae a través de productos contaminados como huevos, carnes de ave, leche sin hervir, helados, mahonesas... Presenta un periodo de incubación de entre 6 y 72 horas comenzando con dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y fiebre elevada. La fase aguda puede durar 2 días y la recuperación completa 7 días.
- Intoxicación por estafilococos, microorganismos presentes en el medioambiente, en las vías respiratorias, en la piel... Los alimentos afectados son alimentos calentados (carnes, jamón, pollo, bacon), pasteles de crema y ensaladas. En el hombre produce gastroenteritis aguda comienza de forma rápida, a las 2 ó 3 horas de la ingesta y cuya recuperación se produce entre 1 y 3 días.
- Intoxicación por Clostridium Perfringens, que son toxinas producidas por bacterias, sobre todo en carnes rojas y aves. Entre 8 y 24 horas aparece un cuadro de gastroenteritis aguda con diarrea severa sin fiebre, de corta duración y con buena recuperación.
- Escherichia Coli, una bacteria que se aísla del colon de personas y animales, que puede provocar diarrea infantil o la diarrea del viajero que, en casos graves, tiene síntomas similares al cólera. Debemos evitar la contaminación fecal en aguas y alimentos, pasteurizar la leche para evitar la contaminación fecal procedente de vacas sanas pero portadoras.
- No beber leche cruda
- Carnes, pescados, huevos y productos de repostería deben estar refrigerados o congelados. Prestar especial atención cuando comemos fuera.
- Lavar los huevos inmediatamente antes de su uso.
- Tirar las sobras de la comida, especialmente de este tipo de alimentos.
- Consumir los alimentos descongelados en las siguientes 3 horas.
- No dejar los alimentos ya cocinados a temperatura ambiente.
- Congelar el pescado varios días antes si se va a consumir crudo.
- Mantener una higiene vigilada en manos, ropas, utensilios de cocina o cualquier otro que esté en contacto con los alimentos.
- Poner especial atención a las bayetas y a los trapos de cocina, es preferible usar papel de cocina.
- Evitar que los alimentos estén en contacto con animales de compañía, insectos o roedores.
- Vigilar que el agua que consumimos sea potable, además de para beber, para la limpieza de los utensilios y las manos.
- No consumir alimentos de bares y restaurantes que no estén protegidos por vitrinas o bien refrigerados.