

La ortodoncia invisible acaba de raíz con todos los problemas que tiene la ortodoncia tradicional, por lo que se trata de una alternativa de lo más recomendable para todos aquellos pacientes que precisen de esta. La ortodoncia invisible requiere de un tratamiento muy sencillo tal y como vamos a explicar a continuación.
¿En qué consiste la ortodoncia invisible?
En primer lugar, deberás de acudir a tu clínica dental de confianza que disponga del tratamiento. En la clínica te dirán si eres apto para el tratamiento, ya que no todo el mundo lo es y, a partir de ese momento, te empezarán a tomar todas las fotos, radiografías o escáneres que necesiten de tus dientes, para poder empezar el mismo.
En este caso, tendrán que fabricarte unos aligners. Estos aligners se fabrican a medida a través de todas las pruebas que el paciente ha llevado a cabo y serán de uso diario. Conforme vaya pasando el tiempo, se irá siguiendo el tratamiento y se irán corrigiendo los aligners dependiendo de si hace o no falta.
¿En qué se diferencia de la ortodoncia tradicional?
El propio nombre lo indica, la invisibilidad. Gracias al sistema Invisalign, se crean unos aligners invisibles que, una vez colocados en los dientes, se utilizan para enderezar estos.
¿Qué ventajas ofrece?
La principal ventaja que se obtiene con este tratamiento es que es completamente invisible. Esto nos permite poder seguir disfrutando de nuestra imagen y no tener que avergonzarnos por llevar unos Brackets antiestéticos.
Con estos aligners invisibles, resulta mucho más cómodo el poder llegar a disfrutar con el tiempo de una sonrisa más bonita y de corregir todos los problemas dentales sin tener que sufrir las penurias de la ortodoncia tradicional. Además, gracias a la precisión en cuanto a la creación de estos aparatos se refiere, estamos hablando de una ortodoncia de lo más cómoda e indolora, por lo que, además de no verse, ni tú creerás que la llevas puesta.