

Después de una operación y, probablemente durante la enfermedad que ha propiciado el que se llevara a cabo la misma, músculos o huesos pueden haber quedado dañados. En este caso, un buen fisioterapeuta es clave para ayudar en la recuperación. En este caso, estas recuperaciones suelen ser diferentes, dependiendo de lo que haya sucedido. En algunos casos se tratará de recuperar la fuerza o, por el contrario, recuperar la elasticidad. Sea como fuere e independientemente de lo que haga falta recuperar, el papel del fisio es importantísimo para que no queden secuelas finales y el paciente se pueda recuperar en su totalidad.
La rehabilitación, siempre recomendada
En algunos casos, dependiendo de lo que haya sucedido, se lleva a cabo una inmovilización de la extremidad después de la cirugía. Sin embargo, independientemente de si esta inmovilización se ha llevado a cabo o no, la rehabilitación es siempre recomendada.
En este aspecto, la rehabilitación siempre se centrará en dos principales motivos. El primero, el no sufrir dolor. Las secuelas de algunas operaciones pueden ser bastante duras y, por lo tanto, empeoran la calidad de vida del paciente. En segundo lugar, además de mitigar el dolor, se buscará recuperar la flexibilidad, la potencia, la resistencia o la coordinación, tal y como hemos señalado antes.
Menos dolor y recuperar la movilidad
Por otro lado, la labor del fisioterapeuta no solo se limita a la zona en donde se haya llevado a cabo la operación. Puede ocurrir que una persona haya estado encamada durante mucho tiempo y, durante ese tiempo, haya perdido masa muscular y rigidez articular. Además de esto, también es frecuente la aparición de problemas cardiovasculares en esos momentos o problemas respiratorios. Todos esos problemas se pueden solucionar con una buena rehabilitación, evitando que deriven a otra situación más grave.
Así mismo, después de determinadas operaciones, puede quedar alguna cicatriz. Estas cicatrices merecen un cuidado especial, por lo que el fisioterapeuta es especialista en poder ejercitar al paciente sin poner la cicatriz en riesgo.
En definitiva, el objetivo de toda rehabilitación llevada a cabo por un fisioterapeuta es recuperar la normalidad cuanto antes. Además de esto, se busca que durante todo el tiempo que dure, la aparición de dolores sea mínima para que no se resienta su estilo de vida. Por supuesto, existe una gran diferencia entre aquellas personas que cuentan con estos fisios para sus recuperaciones y las que no. Precisamente por este motivo, contar con un buen especialista en estos momentos, es más que recomendado para poder superar las dificultades con una mayor facilidad.