A veces, no aparecen síntomas, pero en otras ocasiones son corrientes las malas digestiones, acidez, pérdida de peso, dolor después de comer, vómitos, dolor que despierta en la madrugada y, ocasionalmente, pueden aparecer hemorragias digestivas y dolor abdominal, en la zona denominada región estomacal o vientre.
Aunque no siempre se presenta, el dolor abdominal es un síntoma común y puede diferir de una persona a otra. Pueden aparecer otros síntomas como sensación de vacío en el estómago o hambre. Pasadas unas horas después de la comida, se genera una sensación de saciedad; náuseas leves; dolor en la parte superior del abdomen o dolor en la parte alta del estómago, que suele despertar al paciente durante la noche.
También pueden sucederse otros síntomas como heces negras y pegajosas o con sangre, también vómitos con sangre, fatiga, pérdida de peso y dolor torácico. Las heces con sangre suelen ser una señal de lesión o trastorno en el tubo digestivo; con el término "melena" describe las heces negras, alquitranosas y malolientes, y con el término "hematoquecia" se describe a las heces rojas.
El dolor torácico suele presentarse provocado por acidez gástrica, que es una sensación de ardor justo debajo o detrás del esternón y que, generalmente, proviene del esófago; el dolor suele originarse en el pecho y se irradia hacia el cuello o la garganta.
Para eliminar los síntomas de la úlcera duodenal, será necesario hacer una cambio de hábitos alimentarios, como hacer cinco comidas al día en pequeñas cantidades, eliminar la grasas y los fritos, así como los precocinados y la comida chatarra y aumentar los cereales integrales y los alimentos ricos en fibra. Es importante el aporte de ajo, brócoli y col.
Fuente Imágenes ThikStock.
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