Entre los hidratos de carbono de absorción rápida, se encuentran la miel, los zumos de frutas, frutas enteras, azúcar, mermeladas, zumos envasados, harinas refinadas y sus derivados, como los dulces y productos de panadería entre otros; de elegir alguno de ellos, opta por las frutas y sus zumos y, ocasionalmente, la miel. Los restantes hidratos de carbono simples se absorben muy rápidamente y sólo aportan calorías vacías.
Los alimentos ricos en carbohidratos complejos han sido altamente refinados y procesados y se ha eliminado la mayor parte del valor nutritivo y de la fibra. Son los encargados de aportar grasas altas , calorías, edulcorantes, conservantes y otros aditivos poco saludables.
Con todo el procesamiento y los aditivos añadidos, los carbohidratos malos pueden poseer una sabor más tentador ; sin embargo, crean un notable incremento de la insulina, que pueden hacer trabajar en exceso el páncreas, la causa que le permite almacenar más grasa y llevar a padecer enfermedades como la diabetes, enfermedades del corazón, sobrepeso u obesidad.
Los hidratos de carbono complejos forman parte de una dieta saludable, aportan sensación de saciedad, ayudan a mantener un peso saludable y son más ricos en fibra que los simples; también ayudan a mantener el azúcar en sangre en niveles saludables, eliminar más toxinas y controlar los niveles de colesterol.
Entre ellos cabe destacar los cereales integrales; las legumbres, especialmente los garbanzos, que aportan minerales y vitamina B; verduras y hortalizas, y algunas frutas como los frutos rojos, fresas o cerezas, que poseen bajo contenido en azúcar, hierro, vitaminas del grupo B y antioxidantes.
Fuente Imagen ThinkStock.
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