
La risa ayuda a relajar los músculos tensos, provoca que reduzca la producción de las hormonas que causan el estrés, disminuye la presión de la sangre y ayuda a incrementar la absorción de oxígeno en la sangre. Además, permite un mejor funcionamiento del corazón y provoca que el cerebro libere endorfinas, que son unas sustancias peptídicas que ayudan a que nos sintamos bien: disminuyen el dolor, moderan el apetito, incrementan la sensación de euforia, liberan hormonas sexuales y refuerzan el sistema inmunológico. Del mismo modo, las terapias de risa pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas que padecen una enfermedad crónica.
La risa tiene otros beneficios sobre nuestras vidas, como ayudar a mejorar el ambiente que nos rodea, ya que mejorará la respuesta social de las personas que nos rodean, creando un clima más positivo, ayudando a levantar el ánimo nuestro y de los que nos rodean. La risa permite que mejoren las relaciones personales y laborales.
Por si fueran poco todos estos beneficios, la risa nos puede ayudar a mantenernos en forma. Según distintos estudios realizados por científicos de los Estados Unidos, la risa produciría sobre nuestro organismo efectos similares a los que producen la práctica de ejercicio físico. Al reír movemos unos 400 músculos del cuerpo, por lo que ayuda a quemar calorías. De hecho, se estima que reír un centenar de veces sería equivalente a realizar ejercicio aeróbico durante 10-15 minutos.
En definitiva, reír es muy sano y tiene un gran número de beneficios para nuestra salud, por lo que si nos proponemos sonreír más, nos sentiremos mejor.
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