Conoce las claves de la anestesia

El descubrimiento de los diferentes tipos de anestesia fue un avance fundamental en la medicina y en el campo de la cirugía en especial. Este acto médico controlado permite operar a los pacientes sin dolor y sensibilidad táctil. Puede ser en parte o en todo el cuerpo y los dos tipos más comunes son la general, en la que el paciente se encuentra dormido, y local, que sólo se "duerme" la zona que se desea operar.

0 comentarios
miércoles, 18 julio, 2012

Aunque con la anestesia se elimina cualquier tipo de dolor, es un término que siempre suele causa respeto e incluso miedo. Sin embargo, a pesar de que toda operación tiene su riesgo, hay que resaltar que los grandes avances experimentados por el campo de la anestesiología en los últimos años han reducido considerablemente el riego de muerte o complicaciones graves. De hecho, la probabilidad de morir o sufrir lesiones importantes, ya sean cardíacas, nerviosas o respiratorias, es de una entre cien mil.

El reto para los investigadores es eliminar cualquier tipo de riesgo y limitar los efectos secundarios con métodos más seguros, que permitan también evitar la anestesia general. Es importante conocer, de una forma sencilla y entendible para todos, el funcionamiento de la anestesia para estar tranquilos si nos tenemos que someter a alguna intervención quirúrgica.

Se ha demostrado que la anestesia general provoca que el cerebro del paciente entre en un estado muy parecido al coma, por lo que está "dormido". De hecho, los primeros síntomas tras el despertar son muy parecidos, como es el caso de la respiración regular o la recuperación del movimiento y el conocimiento.

La anestesiología es la especialidad médica que se encarga de que las constantes vitales muestren valores normales durante la operación. Para ello, vigila la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, la respiración y el funcionamiento correcto de órganos como riñones y pulmones.

Por su parte, los fármacos que se administran al paciente son de tres tipos: hipnótico, que inducen el sueño profundo del paciente; analgésicos, para eliminar todo tipo de dolor; y relajantes musculares, para que el paciente no se mueva durante la intervención y facilitar la intubación previa.

Al despertar de la anestesia, el paciente va recobrando poco a poco el sentido, según va desapareciendo el efecto de la anestesia. En los últimos años se ha reducido bastante el tiempo de reversión del bloqueo neuromuscular gracias a fármacos más avanzados como el Sugammadex.

Contenidos relacionados

Riesgos de la anestesia

Tener que enfrentarse a una operación es una preocupación y una situación que puede ocasionar una cierta sensación de preocupación por los riesgos de los diferentes tipos de anestesia. En este blog de salud tratamos el tema de forma delicada, sabiendo que la anestesia es una de las partes que más riesgo suponen dentro de una operación. No todas las operaciones son iguales ni tienen las mismas consecuencias para nuestro organismo. Hay operaciones que necesitan una pequeña cantidad de anestesia suministrada de forma local, que apenas supone un riesgo para la salud. En este sentido, destaca la anestesia que nos pone el dentista cada vez que tiene que hacer algo a nuestros dientes. Para las operaciones grandes en las que se necesita dormir todo el cuerpo, la cosa cambia. Desde este punto de vista, los riesgos de la anestesia para el organismo son varios: dependen del tipo de operación a la que se vaya a someter el paciente y del estado físico que tenga. Uno de los mayores miedos de las personas que necesitan anestesiarse para una operación es el despertar de la anestesia, ya que hay quien piensa que puede no despertar. Los riesgos de la anestesia s...


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *