

Al inflamarse el hígado se bloquea el paso de la bilis y la unción del hígado queda alterada.; los agentes causantes son gérmenes, dando lugar a la hepatitis de tres tipos: A, B y C.
Los síntomas habituales de la hepatitis B, son comunes a los tres tipos, el individuo se siente como si tuviera gripe y habitualmente siente cansancio, diarrea, vómitos , fiebre, pérdida del apetito y dolor de estómago y sólo en algunas personas se presenta oscurecimiento de la orina, heces claras y color amarillento de la piel.
Según la forma en la que se contrae la hepatitis, se habla de:
- Hepatitis epidémica, cuando se contrae de forma directa, como la ingestión de un alimento en malas condiciones: leche o mariscos por ejemplo.
- Hepatitis de inoculación, cuando se contrae durante un acto terapéutico que lleve consigo inyección de sangre u otros productos que la contengan, o por utilización de material contaminado, como agujas o jeringas.
Para comprobar si alguien padece o no hepatitis, el médico puede realizar dos tipos de pruebas:una mediante análisis de sangre o hematológico y la otra, mediante biopsia, con la cual se extrae un trocito de órgano para analizar los tejidos al microscopio y ver si están o no dañados.
Las posibilidades de tratamiento son dos: la primera se trata administrando un medicamento, por ejemplo mediante infecciones, el paciente debe de tratarse un tiempo de unos cuatro meses aproximadamente y la otra, está destinada para casos más específicos en el que el hígado esté dañado y sin funcionar, por lo que requiere un tratamiento más complejo, requiriendo una cirugía de trasplante de hígado.
Imagen de: huaral
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