Según 2 estudios publicados en la revista "Neurology", hasta la llegada de la menopausia, alrededor de los 50 años, los estrógenos tienen una gran importancia en el desarrollo cognitivo de la mujer. Por ello, conservar los órganos que los producen, los ovarios, hasta la menopausia reduce el riesgo de padecer problemas de demencia o de memoria. La investigación se realizó comparando a miles de mujeres de una media de 27 años que habían sufrido la extirpación de un ovario o los dos con mujeres que conservaban ambos. Observando todos sus casos se pudo ver la relación existente entre estos trastornos y los estrógenos producidos por los ovarios. De los 2 estudios relaizados, en primero sirvió para comprobar que las mujeres que habían sufrido extirpación de los ovarios antes de la menopausia mostraban también mayor riesgo a sufrir perdidas de memoria o demencia. Su riesgo era doble respecto a las mujeres que conservaban los 2 ovarios, y aumentaba según la edad con la que fueron operadas descendía. Los expertos creen que podría existir en los estrógenos algún efecto protector sobre el cerebro, de forma que al carecer de ellos éstos sean más sensibles a padecer problemas de memoria. Esta idea se sustenta también, en el hecho de que las mujeres que habían recibido un tratamiento hormonal tras la extirpación de sus ovarios no habían aumentado su riesgo. Según 2 estudios publicados en la revista "Neurology", hasta la llegada de la menopausia, alrededor de los 50 años, los estrógenos tienen una gran importancia en el desarrollo cognitivo de la mujer. Por ello, conservar los órganos que los producen, los ovarios, hasta la menopausia reduce el riesgo de padecer problemas de demencia o de memoria. La investigación se realizó comparando a miles de mujeres de una media de 27 años que habían sufrido la extirpación de un ovario o los dos con mujeres que conservaban ambos. Observando todos sus casos se pudo ver la relación existente entre estos trastornos y los estrógenos producidos por los ovarios. De los 2 estudios relaizados, en primero sirvió para comprobar que las mujeres que habían sufrido extirpación de los ovarios antes de la menopausia mostraban también mayor riesgo a sufrir perdidas de memoria o demencia. Su riesgo era doble respecto a las mujeres que conservaban los 2 ovarios, y aumentaba según la edad con la que fueron operadas descendía. Los expertos creen que podría existir en los estrógenos algún efecto protector sobre el cerebro, de forma que al carecer de ellos éstos sean más sensibles a padecer problemas de memoria. Esta idea se sustenta también, en el hecho de que las mujeres que habían recibido un tratamiento hormonal tras la extirpación de sus ovarios no habían aumentado su riesgo.
