Tiene una
eficacia del 99% y, a diferencia de con la píldora, su eficacia no disminuye en caso de vómitos o diarreas. Lo recomendable es que
visites al médico antes de ponerte este tipo de tratamiento, o de usar cualquier otro
método anticonceptivo. Debes emplearlo por primera vez el día 1 de la menstruación. Si lo haces unos días más tarde, deberás utilizar algún
método anticonceptivo de barrera (como el preservativo) durante una semana, para prevenir embarazos. El
parche anticonceptivo actúa liberando a través de la piel un flujo continuo de progestágeno y estrógeno, las mismas
hormonas que con la pildora. Este tipo de parches hacen efecto durante una semana completa, así que
debemos usar tres a lo largo del mes. Hay que ponerse uno a la semana y siempre el mismo día.
La cuarta semana estará dedicada al descanso, momento en que no se aplica el parche y tiene que aparecer la menstruación. Tras esa semana de descanso se aplica el mismo proceso, porque estamos en un nuevo ciclo. Es decir, tres semanas parche, una semana sin él. Debes saber que como otros muchos
métodos anticonceptivos, el parche
no te protege frente al SIDA ni frente a las ETS. Por ello, siempre que vayas a tener una relación sexual que consideres de riesgo tienes que utilizar otros medios para prevenir este tipo de contagios. Ya hemos dicho que
debes consultar al médico antes de empezar a usar un tratamiento anticonceptivo, especialmente si sufres algún problema circulatorio, hepático, eres diabética, fumadora o sufres problemas de obesidad. En España, el parche se comercializa bajo
el nombre de EVRA y se presenta en envases mensuales(3 parches) o trimestrales (9 parches). Fuente Imagen
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