

Como trastorno respiratorio, los síntomas de la bronquitis son la tos excesiva, la mucosidad espesa y el malestar en el pecho.
Por lo general, la bronquitis comienza con una tos seca y un tanto molesta como resultado de la inflamación, y que suele intensificarse por las mañanas. Pero los nombrados no son los únicos síntomas. Podemos destacar los siguientes:
-Malestar general y sensación general de estar enfermo.
-Dolor de cabeza.
-Escalofríos.
-Fiebre.
-Malestar en el pecho y dificultad respiratoria.
-Pitidos o sibilancias (su sonido es más evidente cuando se expulsa el aire).
-Ronquera o sensación de tener el pecho oprimido.
-Fatiga.
-Obstrucción de los alvéolos.
Los síntomas de la bronquitis pueden empeorar cuando hay una contaminación en el aire. Por tanto, afecta más a las personas fumadoras o a las que están en contacto con humo de cigarrillos o vapores químicos durante largos períodos de tiempo. La bronquitis crónica es más habitual entre las personas que fuman aunque las personas que tienen episodios de bronquitis aguda también pueden desarrollarla.
La persona que padece de bronquitis crónica sufre también de una tos crónica y síntomas que suponen tener dificultades con la respiración la mayor parte de los días del año. Cabe apuntar también que las personas que padecen bronquitis crónica tardan más tiempo en recuperarse de los resfriados o constipados comunes.
Las personas con asma pueden padecer brotes de bronquitis de forma inesperada y sufrir los síntomas citados. Si es un episodio severo de bronquitis, la persona con asma puede tener serios problemas para respirar ya que los conductos del aire se encogen.