La piel actúa como una barrera protectora contra las bacterias y otros patógenos, pero si esta defensa se rompe, las bacterias pueden entrar en la herida y multiplicarse, exponiendo esta última a un peligro más grave. Por esa razón es importante conocer la manera adecuada de limpiar y desinfectar una herida.
Cómo desinfectar una herida
Ten en cuenta las siguientes recomendaciones para saber cómo desinfectar una herida convenientemente:


- Antes de tocar la herida, asegúrate de que te has lavado bien las manos con agua tibia y jabón, secándolas con papel desechable.
- Prepara todos los materiales necesarios para la desinfección de la herida y esteriliza objetos como pinzas o tijeras convenientemente con agua hirviendo.
- Si vas a estar en contacto con la herida de otra persona, es importante que uses unos guantes de látex después de lavarte las manos para prevenir la propagación de la infección.


- Si se trata de un pequeño corte o abrasión, lava el área con agua corriente y jabón. Si la herida es grande y profunda, será más prudente utilizar un desinfectante adecuado, como el agua oxigenada o la clorhexidina.
- Si no tienes una solución desinfectante a mano, puedes utilizar un desinfectante de emergencia: con sal disuelta en agua hervida. Nunca utilices alcohol puro o yodo en una herida abierta, ya que podrían dañar los tejidos, pero puedes utilizarlos con cuidado para limpiar y desinfectar la piel de alrededor de la herida.
- Si la herida abierta está contaminada, será de gran utilidad utilizar pinzas estériles, para recoger cualquier residuo incrustado en la herida y así impedir un mayor crecimiento de las bacterias.
- Una vez que hayas limpiado la zona, se puede aplicar a la herida, un desinfectante, utilizando un gotero estéril si es necesario, para llegar a todas las áreas de la misma y seguir con una crema antimicrobiana y antiséptica.
- Aunque lo ideal es dejar que la herida seque al aire, existen zonas que será imprescindible colocar un apósito sobre la herida para mantenerla limpia y evitar más residuos en el área vulnerable, cambiando el apósito regularmente para que la herida no esté demasiado húmeda o demasiado seca, y aplicar un desinfectante si fuera necesario.