El trastorno de fobia social implica miedo intenso a ciertas situaciones sociales, especialmente a aquellas situaciones que no son familiares o en las que el individuo se puede sentir observado por otros y resultan tan aterradoras, que producen ansiedad sólo de pensar en ellas y se hace todo lo posible para evitarlas.
Las situaciones que desencadenan los síntomas del trastorno de fobia social pueden ser diferentes. Algunas personas experimentan ansiedad en situaciones sociales; otras personas sienten fobia social, al relacionarse con situaciones sociales específicas, como hablar con extraños, comer en restaurantes o ir a fiestas y, la más común de las fobias sociales, es el miedo a hablar en público.
Los síntomas físicos producidos por la fobia social son: rubor, dificultad para respirar, náuseas, temblores, voz agitada, latidos acelerados, sensación de opresión en el pecho, sofocos y mareos, los síntomas emocionales incluyen ansiedad en situaciones sociales cotidianas, intensa preocupación, incluso meses antes de una situación social, miedo extremo de ser visto o juzgado por los demás, miedo a encontrarse en situaciones avergonzantes y temor a que la gente vea que estás nervioso.
En los relativo a los síntomas conductuales son la limitación de actividades sociales, quedarse callados o escondidos, necesidad de llevar siempre a un compañero a todos los sitios, intentar calmar los nervios bebiendo, antes de las situaciones sociales.
El tratamiento conlleva varios pasos para poder superar las fobias sociales:
– Retar los pensamientos negativos, primero identificándolos y luego analizarlos y desafiarlos, sustituyéndolos por formas más positivas.
– Controlar la respiración, que ayudará a mantener la calma en las diferentes situaciones sociales. Los ejercicios de respiración profunda, la práctica regular de técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la relajación muscular progresiva también ayudarán a obtener el control sobre los síntomas físicos de la ansiedad.
– Enfrentar los miedos, comenzando por pequeñas situaciones que se pueden controlar, dando pequeños pasos, ya que no se deben de enfrentar las grandes situaciones, se debe de ir poco a poco, de manera que uno se sienta cómodo en cada paso que se dé.
– Construir mejores relaciones en el entorno, por medio de acciones de voluntariada, en alguna actividad gustosa o tomar clases de habilidades sociales.
– Es importante cambiar el estilo de vida; dejar de fumar, no beber, evitar la cafeína y dormir las horas necesarias, así como optar por una alimentación lo más sana posible.
Te recomendamos