
El síndrome postvacacional se caracteriza entre otras cosas por la apatía, irritabilidad, tristeza, desgana, náuseas y ansiedad. También puede provocar, en casos más fuertes dolores musculares y de estómago, y taquicardias. En cualquier caso, no es nada grave que deba preocuparte. Aquí tienes una lista de recomendaciones que puedes poner en marcha a la hora de volver a tu trabajo tras las vacaciones:
- Adaptación progresiva: Siempre que sea posible, no vuelvas de vacaciones el día anterior a iniciar el trabajo. 2 ó 3 días para adaptarte de nuevo a tu día a día te vendrán bien para irte haciendo a la idea de la vuelta a la rutina.
- Naturalidad: Nada más llegar a tu puesto de trabajo, trata de convertirlo en un día normal. Vuelve a adquirir la rutina donde la dejaste a tu vuelta, incluyendo la relación con tus compañeros.
- Relajación: La relajación y la mentalización son fundamentales. Si las conoces, utiliza técnicas de relajación.
- Se positivo: Volver de vacaciones no es totalmente algo negativo. Busca las cosas positivas y centra en ellas tus pensamientos.
- Vuelta a los horarios progresiva: durante tus últimos días de vacaciones ve variando progresivamente tus horarios para adaptarlos a los que tendrás en tu vuelta al trabajo.
- Repartir las vacaciones: dentro de lo posible, puedes probar a repartir las vacaciones a lo largo del año. Te será más fácil esperar a tus siguientes vacaciones sin pensar en que queda todo un año.
- Varía: utiliza tus primeros días de trabajo para hacer cosas fuera de él. Ve al cine, sal a cenar, ve a un restaurante diferente, sal con tus amigos. Aprovecha para hacer esas cosas que no puedes hacer. El paso será menos duro y monótono.
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