Los coágulos sanguíneos se forman cuando la sangre se endurece pasando de líquida a sólida. Cuando esta masa sólida se forma dentro de una de las venas o arterias se denomina trombo. Cabe señalar que un trombo puede bloquear parcialmente o en su totalidad el flujo de sangre en un vaso sanguíneo.
Un coágulo de sangre puede afectar al corazón, los intestinos, los riñones, las arterias de los brazos y piernas, los pulmones, el cerebro o el cuello.
Los coágulos pueden ser peligrosos. Si se forman en las venas de las piernas, brazos o ingles pueden desprenderse y desplazarse a otras zonas del cuerpo. Por ejemplo, la presencia de un coágulo en el pulmón se conoce con el nombre de embolia pulmonar, y esto es algo grave.
Si el médico diagnostica un coágulo, la forma de tratamiento es a través de medicamentos diluyentes de la sangre.
Las situaciones propicias para que se formen los coágulos sanguíneos son las siguientes:
-No tener suficiente agua en el cuerpo, lo que supone una deshidratación.
-Estar en reposo durante muchas horas en la cama.
-Haber sido operado recientemente.
-Permanecer sentado durante muchas horas como, por ejemplo, en el coche o en el avión. Estar cruzado de piernas también favorece la producción de coágulos.
-Tomar la píldora anticonceptiva u hormonas estrógeno.
–Usar catéter intravenoso durante un largo período de tiempo.
-Las personas con cáncer, obesidad, enfermedades de hígado o riñón, o alguna lesión reciente también tienen más probabilidad de tener coágulos sanguíneos.
-La acumulación de colesterol.
-Afecciones hereditarias de padres a hijos.
Para ayudar a evitar los coágulos de sangre conviene:
–No mantenerse ni de pie ni sentado más de una hora seguida.
-No ponerse almohadas bajo las rodillas
-Hacer ejercicio
-Usar ropa, calcetines o medias holgadas
-Cambiar de posición cada cierto tiempo en viajes largos
-Comer menos sal
Fuente imagen thinkstock.
Porque se forman los cuabulos